LEWES, la historia de un hipódromo legendario que fue abandonado en el Reino Unido - LEWES, the story of a legendary racecourse that was abandoned in the United Kingdom




Hipódromo de Lewes en 1.874 con la tribuna (izquierda) recién construida (foto Edward Reeves)


(Please look for the English version below)

Nos encontramos en el Reino Unido, en el condado de East Sussex, en el sureste de Gran Bretaña y mas concretamente, en la ciudad de Lewes.






Como muchas otras ciudades del reino Unido, Lewes contaba con un hipódromo; un hipódromo que, documentalmente, estaba en funcionamiento desde 1.727 pero que, por otros indicios, se cree que se celebraban carreras en ese lugar desde la época de la reina Ana en 1.702. Por ese motivo, este hipódromo era considerado como el cuarto mas antiguo de Gran Bretaña.


Al principio en este hipódromo tenían lugar las típicas carreras de la época, en las que participaban solo 2 caballos y su público estaba compuesto por príncipes y nobles señores, acompañados por sus elegantes damas.


El futuro rey, Jorge IV, solía acudir a Lewes para ver como participaban sus caballos y era acompañado por muchas de personas de su séquito y también de una gran cantidad de curiosos. El viaje hasta Lewes desde Londres, sin trenes o coches, sino con carruajes tirados por caballos, tenía una duración de unas ocho horas y la llegada de tan ilustres personajes era tomada por los lugareños como un gran acontecimiento que, ¿como no?, terminaba en una fiesta.


El 27 de julio de 1.769 fue la fecha mas señalada del hipódromo. ¿Que ocurrió? ... la visita del, probablemente, mejor caballo de la historia y uno de los mas influyentes en la cría : Eclipse


En esa fecha se celebró en Lewes, la King's Plate. Esa curiosa carrera estaba diseñada para que los caballos, portando 76 kg, corrieran, por etapas, la distancia de 6,4 km y Eclipse ganó al único rival de la carrera. Eclipse llegó a ganar 11 
King's Plate.


La pista de Lewes era muy peculiar y destacaban su  pronunciada bajada al inicio de la recta final seguida de una subida que terminaba en LAS METAS, frente a las tribunas.


Intencionadamente hemos puesto en mayúsculas "LAS METAS" porque el hipódromo de Lewes contaba con 2 líneas de llegada : una para las carreras de 5 "furlongs" y otra para las de 6 (1 furlong = 201,168 m). La salida de estos dos tipos de carreras se realizaban desde el mismo punto pero la llegada era diferente en cada caso y esto era así porque se quería evitar que las carreras de 6 "furlongs" salieran desde una curva.



Pero llegó la coronación del rey Jorge IV y sus visitas al hipódromo dejaron de producirse y, por lo tanto, también los nobles dejaron de acudir al hipódromo de Lewes. Este hecho marcó el principio del declive del mismo y, en 1.840, el hipódromo estuvo a punto de cerrar; lo salvó la llegada del ferrocarril en 1.846



Este medio de transporte "acercó" Lewes a Londres y empezaron a llegar entrenadores y caballos a este legendario hipódromo que, además, abrió sus puertas a la clase trabajadora. El ferrocarril facilitó billetes muy baratos de Londres a Brighton y transbordo a Lewes, lo que hizo que miles de aficionados acudieran los días de carreras.


Se pasó de ofrecer días de una sola carrera en el hipódromo, a reuniones de tres días de duración en las temporadas de primavera, verano y otoño, lo que generaba una gran afluencia de público que acudía para ver las carreras en, incluso, para hacer "picnic".


Pero, en la década de los 50, a Lewes solo se le fue asignada la celebración de carreras los lunes, lo que constituía un serio inconveniente para poder asistir a la clase trabajadora, pero a pesar de ello, las carreras siguieron celebrándose con éxito.


Al llegar 1.963, Lewes fue uno de los 12 hipódromos británicos a los que no se les asignó apoyo financiero y, como no fue capaz de financiarse así mismo, el hipódromo tuvo que cerrar el 14 de septiembre de 1.964 después de 237 años de actividad desde la fecha de la que hay constancia documental de su funcionamiento.


Las dos imágenes que siguen a estas líneas son unas auténticas joyas documentales ya que no existen en internet muchas fotografías del hipódromo y, las pocas que se encuentran, son de muy baja calidad.


Tenemos la suerte de poder ofrecéroslas, en exclusiva para Hipódromos y Caballos (nuestra otra web), con autorización expresa del editor, Haynes, que las tiene publicadas en el maravilloso libro "When racing was racing" de Adam Powley del que alguna vez os hemos hablado y sobre el que hay ya varios artículos en nuestras dos webs, y que podréis encontrar en nuestro buscador o bien pulsando la etiqueta (en la columna emergente de la izquierda) "When racing was racing".

La primera fotografía es histórica. Refleja el aspecto del público asistente en el hipódromo de Lewes el día de su cierre, es decir, el 14 de septiembre de 1.964. Además podemos apreciar en ella las características de la pista comentadas anteriormente : la pronunciada bajada de la recta final y la subida en sus últimos metros.


Hipódromo de Lewes el día de su cierre el 14 de septiembre de 1.964 (foto Mirrorpix)



La segunda fotografía nos muestra un grupo de caballos en pleno esfuerzo en los metros finales de una carrera. Aquí se puede apreciar la dureza de esos metros en una cuesta arriba para la que habría que guardar alguna fuerza y mucho oxígeno.



Hipódromo de Lewes (foto Mirrorpix)


En este hipódromo ganó Lester Piggot en 1.950 con 14 años, también algún flamante ganador del Derby de Epsom fue derrotado en Lewes mas tarde porque las ondulaciones de la pista pasaron la correspondiente factura; esto le sucedió a Cardinal Beaufort en 1.805 que ese año sufrió 2 derrotas en esa pista tan peculiar.



Tribunas del hipódromo de Lewes tal y como estaban en 1.986 (foto de autor desconocido)



Hoy en día, las antiguas tribunas han sido reconvertidas y se utilizan para múltiples actividades pero algunos entrenadores mantienen allí sus cuadras y las pistas les sirven para los galopes de entrenamiento.



En el año 2.014 se celebraron diversos acontecimientos en Lewes para conmemorar el 50 aniversario de su cierre que fue el domingo 14 de septiembre. El sábado, en el hotel White Hart, hubo una exposición de recuerdos sobre las carreras celebradas allí y se proyectó una película sobre las carreras de la última reunión celebrada en el hipódromo.
El domingo 14 se celebró una exhibición de coches antiguos que recorrió el camino entre la ciudad y el hipódromo. El narrador local de las carreras, Simon Holt volvió a narrar las carreras que tuvieron lugar en el mismo lugar donde lo hacía, cincuenta años antes, y a las mismas horas en las que se celebraron el día del cierre. Los fondos recaudados se destinaron al hospital de Lewes.




Anuncios relativos a la conmemoración del 50 aniversario del cierre del hipódromo de Lewes (la web que figura en uno de ellos, no funciona y en la dirección de correo electrónico, a la que escribimos para requerir una mayor documentación, no nos han contestado a tiempo para incluirla en este artículo)





Curiosa y triste es la historia de este hipódromo, sobre todo teniendo en cuenta que se cierra un hipódromo en el país del mundo donde, probablemente, existe la mayor población de aficionados a las carreras de caballos y con una historia turfística sin parangón en el mundo.

La importancia de este hipódromo perdido sigue estando de actualidad en el Reino Unido, tanto es así que ha merecido la atención de la afamada periodista de las revistas "Horses & Hound" o de la americana "Saddle & Bridle", y ha publicado un libro "Lewes racecourse, a legacy lost?" (Hipódromo de Lewes, ¿un legado perdido?).


En España sufrimos el cierre del hipódromo de La Zarzuela, en Madrid, durante mas de 10 años; también se cerró el hipódromo malagueño de Mijas y esperemos que un hecho como este no vuelva a repetirse. Por nuestra parte, intentamos, desde nuestra modestia y escasez de recursos, fomentar al máximo la captación de nuevos aficionados y mantener viva la afición de los que ya tenemos.


Que una historia como la de este artículo, nos sirva de acicate para que hechos como este no vuelvan a producirse en España y, por extensión, en ningún otro país.









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We are located in the United Kingdom, in the county of East Sussex, in the southeast of Great Britain and more specifically, in the city of Lewes.


Like many other cities in the United Kingdom, Lewes had a racecourse; a racecurse that, documentarily, was in operation since 1727 but that, for other indications, it is believed that races were held in that place since the time of Queen Anne in 1702. For that reason, this racecourse was considered the fourth oldest in Britain.





The future king, Jorge IV, used to go to Lewes to see how his horses were involved and was accompanied by many people from his entourage and also from a large number of onlookers. The trip to Lewes from London, without trains or cars, but with horse-drawn carriages, lasted about eight hours and the arrival of such illustrious characters was taken by the locals as a great event that, of course, ended in a party.



On July 27, 1769 was the most marked date of the racecourse. What happened? ... the visit of probably the best horse in history and one of the most influential in breeding: Eclipse



On that date the King's Plate was held in Lewes. This curious race was designed so that the horses, carrying 76 kg, ran, in stages, the distance of 6.4 km and Eclipse won the only rival of the race. Eclipse went on to win 11 King's Plate.


The track of Lewes was very peculiar and they emphasized his pronounced descent at the beginning of the final straight followed by a rise that ended in THE GOALS, in front of the grandstands.


Intentionally we have capitalized "THE GOALS" because the Lewes racecourse had 2 arrival lines: one for the 5 furlongs races and one for the 6 (1 furlong = 201.168 m). The exit of these two types of races were from the same point but the arrival was different in each case and this was so because they wanted to avoid the 6 "furlongs" races coming from a curve.


But the coronation of King George IV arrived and his visits to the racecourse stopped occurring and, therefore, also the nobles stopped going to the Lewes racecourse. This fact marked the beginning of the decline of the same one and, in 1.840, the hipódromo was on the verge of closing; it was saved by the arrival of the railroad in 1846


This way of transport "brought" Lewes to London and began to arrive trainers and horses to this legendary racecourse that, moreover, opened its doors to the working class. The railroad provided very cheap tickets from London to Brighton and transfer to Lewes, which made thousands of fans come racing days.


It went from offering days of a single race at the racecourse, to three-day meetings in the spring, summer and fall seasons, which generated a large influx of people who came to watch the races in, even to do "picnic".


But, in the 1950s, Lewes was only assigned to hold races on Mondays, which was a serious drawback to assist the working class, but despite this, the races continued to be successful.


When arriving 1,963, Lewes was one of the 12 British racetracks to which they were not assigned financial support and, as it was not able to finance itself, the racetrack had to close the 14 of September of 1,964 after 237 years of activity from the date of which there is documentary evidence of its operation.


The two images that follow these lines are real documentary gems since there are not many photographs on the internet of the racetrack and, the few that are, are of very low quality.


We are lucky to offer them, exclusively for Hipódromos y Caballos (our other website), with the express permission of the editor, Haynes, who has published them in the wonderful book "When racing was racing" by Adam Powley that we have ever spoken and about which there are already several articles on our two websites, and that you can find in our search engine or by clicking on the label (in the pop-up column on the left) "When racing was racing".


The first photograph is historical. It reflects the appearance of the attending public at the Lewes racecourse on the day of its closure, that is, on September 14, 1964. In addition we can appreciate in it the characteristics of the track commented previously: the pronounced descent of the final straight line and the ascent in its last meters.


The second photograph shows a group of horses in full effort in the final meters of a race. Here you can appreciate the hardness of those meters on an uphill for which you would have to save some force and a lot of oxygen.


At this racetrack Lester Piggot won in 1950 with 14 years, also some flamboyant winner of the Epsom Derby was defeated in Lewes later because the ripples of the track passed the corresponding bill; this happened to Cardinal Beaufort in 1.805 that year he suffered 2 defeats in that very peculiar track.


Today, the old stands have been converted and used for multiple activities but some trainers keep their stables there and the tracks are used for the training gallops.


In the year 2014, various events were held in Lewes to commemorate the 50th anniversary of its closure, which was on Sunday, September 14. On Saturday, at the White Hart Hotel, there was an exhibition of memories about the races held there and a film about the races of the last meeting held at the racecourse was screened.



Also on Sunday 14 there was an exhibition of vintage cars that traveled the road between the city and the racecourse. The local narrator of the races, Simon Holt, recounted the races that took place in the same place where he did it, fifty years before, and at the same hours in which they were celebrated on the closing day. The funds raised went to the Lewes hospital.


Curious and sad is the history of this racecourse, especially considering that a racecourse is closed in the country of the world where, probably, there is the largest population of fans of horse racing and with a turf history unparalleled in the world .



The importance of this lost racecourse is still current in the United Kingdom, so much so that it has deserved the attention of the famous journalist of the magazines "Horses & Hound" or the American "Saddle & Bridle", and has published a book "Lewes racecourse, a legacy lost?".


In Spain we suffered the closure of La Zarzuela racetrack, in Madrid, for more than 10 years; Malaga racecourse in Mijas was also closed and we hope that a fact like this will not happen again. For our part, we try, from our modesty and scarcity of resources, to maximize the recruitment of new fans and keep alive the hobby of those we already have.


That a story like the one in this article, serves as an incentive for events like this do not happen again in Spain and, by extension, in any other country.

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